Chocolat Frey y LoeschPack producen un gran impacto con pequeñas chocolatinas

"Swiss-made" es un signo de calidad en todo el mundo. La bandera de la república alpina está asociada a valores como tradición, fiabilidad, pragmatismo e imágenes habituales como el Cervino, dispositivos para medir el tiempo de máxima precisión y –por supuesto– el chocolate "made in Switzerland". La empresa Chocolat Frey AG, situada en Buchs, en el catón de Argovia, es un importante fabricante de tentaciones dulces. Esta filial independiente de la cooperativa Migros ha ampliado recientemente su producción de chocolatinas, estos productos de chocolates pequeños que tienen una gran demanda a nivel internacional. Junto con el socio de proyecto Loesch Verpackungstechnik GmbH de Altendorf, Frey implementó un sistema de envasado eficiente y compacto para el "petit chocolat suisse".

No es habitual para los visitantes a unas instalaciones de producción industrial que se les haga la boca agua en el aparcamiento exterior de las instalaciones. Pero en Chocolat Frey AG, de Suiza, es muy habitual. Los visitantes que acuden a Buchs (Argovia, Suiza) inmediatamente percibirán el aroma a chocolate que impregna el aire. Tanto los jóvenes como los mayores parecen atraídos como por arte de magia por el centro de visitantes del chocolatero, que abrió en 2014. En la elegante recepción nos recibe Manfred Leuenberger, jefe del equipo tecnológico del departamento de golosinas de Chocolat Frey, con una cálida sonrisa y un firme apretón de manos. Nos invita a dar una vuelta por la planta para ver la nueva línea de producción de chocolatinas. Los casi 2400 artículos fabricados ese día están destinados, principalmente, a la cooperativa de Migros, a la que Chocolat Frey pertenece desde el año 1950, y se venden en sus filiales. Frey también abastece a negocios de catering, clientes de productos a granel y a la industria procesadora. "En 2014, más de 43 000 toneladas de chocolate, golosinas, productos semiprocesados y chicles pasaron para la línea de producción de Buchs", afirma Leuenberger mientras se pone la ropa de protección para entrar al edificio de producción. "Esto permite que Chocolat Frey registrara una impresionante cifra de ventas anual de 404 millones de francos suizos. Del total, las exportaciones supusieron 138 millones". En el mercado nacional, la empresa es el productor de chocolate líder con una cuota de mercado del 35,4 %, según el servicio de información de "Chocosuisse". Los chicles suponen alrededor del 10 % del total de ventas. Los productos fabricados por Chocolat Frey se venden en más de 50 países de los cinco continentes: "Actualmente el mercado extranjero es nuestro principal motor de crecimiento", señala Leuenberger. Una demanda en continuo crecimiento implica que Chocolat Frey haya tenido que impulsar su producción. "Hace unos años tomamos la decisión de realizar una inversión; nuestras dos líneas de chocolatinas ya estaban funcionando al máximo de sus capacidades", explica Leuenberger. Debido a la antigüedad de los equipos existentes se descartaba llevar a cabo una mera ampliación. La empresa decidió adquirir una nueva unidad de moldeado con un eficaz sistema de envasado y en 2013 tomó la decisión de realizar la inversión necesaria.

Minuciosa planificación de la producción en Chocolat Frey

 

Unos pocos minutos más a pie por el luminoso y agradable edificio de la fábrica y nos situamos delante de la nueva unidad de moldeado. Cuando se encuentra a pleno rendimiento, la unidad de moldeado procesa hasta dos toneladas de chocolate a la hora. En el pasado, Frey podía procesar entre 600 y 700 kg a la hora con los sistemas antiguos. Aumentar casi cuatro veces la producción en esta área le parecía excesivo al chocolatero, es por eso que la dirección de producción optó provisionalmente por una capacidad de procesamiento de chocolate de una tonelada a la hora. "Esto corresponde a la producción de cerca de 3 000 chocolatinas al minuto, que se tienen que recoger, envasar y dejar listas para el suministro", aclara Leuenberger. El funcionamiento diario es de 16 horas repartidas en dos turnos.

Sistema de envasado de alto rendimiento de LoeschPack

 

Debido a las limitaciones de espacio de la fábrica, Frey necesitaba un sistema compacto pero potente. Loesch Verpackungstechnik GmbH, de Alemania, cumplió los requisitos de envasado con cuatro máquinas envolvedoras de dos líneas LRM/2-G-S más sistemas de almacenamiento y de transporte. Esta empresa de Altendorf (Alemania), consolidada hace tiempo, puede hacer una retrospectiva de más de 100 años en la producción de maquinaria de envasado innovadora, sistemas e instalaciones para chicles, golosinas, productos horneados y chocolate.

Los principales argumentos a favor de la decisión, como señala el director de producción, son la alta velocidad de las envasadoras y la calidad del sistema modular: "Otros fabricantes también podían ofrecer el rendimiento general que requeríamos del sistema. Pero para el sistema de envasado proyectado, LoeschPack necesitaba muchas menos máquinas de envasado y por eso, menos espacio que sus competidores en el mercado. Simplemente ofrecía una mayor rentabilidad". Durante la fase de implementación, los ingenieros de Chocolat Frey revisaron los detalles técnicos junto con el equipo del proyecto de Loesch Verpackungstechnik. "LoeschPack aportó numerosas ideas muy valiosas a lo largo del proceso de desarrollo. La gran experiencia de los ingenieros sirvió de ayuda para garantizar una solución eficiente para los procesos de producción", afirma Leuenberger al mismo tiempo que alaba el volumen de producción.

Innovador sistema de alimentación con contramoldes

 

Una solución peculiar incluye la alimentación de las chocolatinas dosificadas y enfriadas en las máquinas envasadoras. "Normalmente los sistemas de alimentación funcionan solo con cintas transportadoras. No obstante, en este caso específico de producción de un único producto, tomamos la decisión junto con el cliente de utilizar una solución de un transporte con contramoldes. Este método de alimentación tiende menos a fallar con productos pequeños como las chocolatinas y su mantenimiento es más económico; además ocupa menos espacio en general", explica Tobias Heinze, director de producto en LoeschPack, quien se emociona al ver el elevado rendimiento del sistema.

Las chocolatinas salen de la unidad de moldeado en contramoldes y se transportan al sistema de envasado sobre un transportador de malla metálica de dos vías. Un sistema completamente automático comprueba la integridad de cada contramolde y si hay contaminación metálica, y retira cualquier elemento extraño.

Unos robots de transferencia especiales de 2 ejes con cabezales de succión de vacío retiran las hileras de chocolatinas de los contramoldes y las colocan con cuidado en el sistema de alimentación de las envasadoras. Tal y como se muestra en la pantalla táctil multifunción, cada una de las cuatro máquinas de envoltorio plegado LRM/2-G-S envasa hasta 1 050 chocolatinas con una película de OPP recubierta en esta aplicación. "Estos hechos medidos en producción prueban el rendimiento de nuestras máquinas envasadoras en funcionamiento continuo", afirma Heinze orgulloso. La capacidad total de las cuatro máquinas, combinada con el diseño general de la línea, hace que un envasado eficiente de las sabrosas chocolatinas se convierta en un asunto sencillo en todo momento.

Estaciones de almacenamiento para lograr eficiencia

Si una lámina se rasga, un producto se rompe o si surgen problemas técnicos durante la producción que provoquen una parada provisional de la envasadora, los contramoldes se apilan en una estación de almacenamiento. "Una vez se soluciona el fallo, el almacén de productos se va vaciando poco a poco durante el funcionamiento normal de la unidad de moldeado. Esto significa que podemos garantizar nuestra máxima eficiencia del sistema para el cliente", afirma Heinze. Si la unidad de moldeado se tiene que parar, entra en juego una segunda estación de almacenamiento para contramoldes vacíos. Los almacenes, el funcionamiento fiable de la envasadora y el fácil acceso a todas las áreas para solucionar los fallos hacen que el trabajo diario de los operarios sea una experiencia agradable. Esto, a su vez, le alegra a Heinze: "La confirmación de la comodidad para el usuario, un rendimiento máximo, un cuidadoso transporte del producto y una destacada calidad de envasado en nuestras instalaciones de producción rematan nuestro proceso de desarrollo conjunto". Desde el sistema de envasado, las chocolatinas envueltas se transportan con una cinta transportadora para continuar el envasado. "Allí envasamos la mercancía en bolsas de diferentes tamaños, después en cajas de cartón y finalmente en palés. Esta solución nos ahorra la necesidad de un almacenamiento temporal y optimiza la cadena de logística", afirma Leuenberger, lo que nos permite probar las chocolatinas de chocolate con leche.

Una colaboración fructífera

Tan solo nos separan diez meses de la decisión de colaborar con LoeschPack y de la puesta en marcha del sistema. "Llevar a cabo la planificación del proyecto, la ingeniería mecánica, el suministro, la instalación y el inicio de la producción en un periodo de tiempo tan breve es un logro extraordinario", dice Leuenberger con gran satisfacción. No cabe duda de que el buen funcionamiento del proceso se debe a la excelente colaboración mantenida entre los equipos de proyecto de Chocolat Frey y LoeschPack. "Los miembros de mi equipo técnico pasaron varios días en LoeschPack, en Altendorf, y se familiarizaron con el diseño de la maquinaria y, junto con los ingenieros de LoeschPack, compartieron sus amplios conocimientos en la producción de chocolatinas", recuerda Leuenberger. Por mencionar un ejemplo, aportaron información clave para la especificación de la lámina de envasado utilizada en Chocolat Frey, que se fabrica de forma sostenible y con los niveles de calidad más altos. Los dos equipos técnicos también colaboraron muy estrechamente en la fase de instalación y en el inicio de la producción en la planta de Buchs.

El sistema, con una inversión total de varios millones de euros, se puso en funcionamiento a finales de agosto de 2014: "Comenzamos con un volumen de producción aproximado del 50 %, y para finales de septiembre ya estábamos a pleno rendimiento", afirma Heinze mientras nos quitamos la ropa de protección. "Y si surge algún problema, tenemos acceso online al sistema y podemos ofrecer ayuda muy rápido. Si es necesario, también podemos ofrecer una ayuda rápida con el diagnóstico, mantenimiento, análisis de datos o la optimización desde Altendorf. Esto le ahorra a nuestro cliente un tiempo muy valioso", comenta Heinze, y explica el sistema de servicio remoto avalado a escala internacional.

Eficiente producción de chocolatinas en Suiza

 

Con el sistema de alto rendimiento para la fabricación de chocolatinas, Chocolat Frey se posiciona con éxito dentro de un mercado global cada vez más competitivo. La dirección ya está pensando en duplicar la capacidad de producción con el fin de procesar dos toneladas de chocolate a la hora. Estos son los planes concretos que Leuenberger nos comunica cuando volvemos al centro de visitantes. "La constante presión de los costes en el sector de la alimentación, la entrada en el mercado suizo de las cadenas de descuento alemanas, los elevados costes de la mano de obra y el potente franco suizo, todo ello demanda productos de máxima calidad y estructuras de producción eficientes", resume Leuenberger. "En este campo hemos marcado unos niveles nuevos con nuestros socios de proyecto y miramos al futuro con optimismo". Nosotros también lo vemos así cuando salimos de las instalaciones de producción de Chocolat Frey con numerosas muestras del arte chocolatero de Suiza y el suave aroma a coco en el aire.